Día de la Madre.

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¡Feliz día mamá!

Antes de conocer a papá, mamá tuvo un matrimonio que no prosperó. Fruto de ese matrimonio, nacieron Fabian y Alejandra, "no son medios hermanos, ¡son mis hermanos completamente!"

Cuándo ellxs tenían siete y ocho años respectivamente, se produjo el encuentro de esas dos personas que iban a ser mis padres, surgió el amor y producto de ello, mamá quedó embarazada.

Era el turno de nacer de mi hermanx, yo no estaba en los planes, pero lamentablemente, a ella/él, se le quitó la vida.

Mamá estaba llena de esperanzas y alegría, su vientre desbordaba luz, pero su condición de madre soltera hizo que parte del ámbito familiar, de rígidas costumbres y creencias, la llevaran a abortar clandestinamente, exponiendo ambas vidas.

La historia podría haber terminado ahí, otra joven más para sumar a las estadísticas de las que mueren mientras le practican la interrupción prematura de su embarazo... pero todo continuó.

¡Gracias mamá por tener tanta fuerza! Debido a ello, acá comienza mi historia.

¿Saben a quienes llaman niños arcoíris?

Llegué tiempo después, mamá hizo de todo para mantener oculta mi gestación, eso implicó mucho esfuerzo, como dejar de ver a familiares y a base de rupturas en nuestro clan.

Mi llegada cambió la vida de todos para siempre, vine a traer esperanzas, fuí el niño arcoíris. Se produjo un cambio que era absolutamente necesario realizar y que lograra un efecto positivo en el pensamiento de aquellos que nos rodeaban.

Empezó a derrumbarse la dinámica mental vetusta. Traje unión y sobre todo un principio de “aceptación”

Perdón hermanx, ahora todo es distinto, ya hemos hecho lo necesario para cambiar nuestra línea familiar y lo seguimos haciendo constantemente, trabajando en nuestra persona, evolucionando con amor.

Otra vez y mil veces, hoy y todos los días: ¡feliz día mamá!

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Ilustración: por el gran Nico Boixader